SE LA VENDIÓ UN MENOR DE EDAD

Un periodista compró droga en vivo en un búnker y debió declarar

Luego de que los vecinos del barrio de Once denunciaran a una casa por supuesta venta de droga, a la que llamaron “el búnker del horror”, el cronista Fabián Rubino se dirigió al lugar en el que había recibido amenazas de los ocupantes en una cobertura anterior, para comprobar si efectivamente se cometían ilícitos. El hecho sucedió en la emisión de ayer de Desayuno Americano, del canal América.

“Voy a ver si se puede comprar”, planteó Rubino y caminó el oscuro pasillo, micrófono en mano mientras la cámara lo tomaba a distancia prudente. Sacó dinero de su pantalón y se dispuso a realizar la transacción. De fondo se escuchaba la negociación con el vendedor, que ofrecía una dosis a $1.500. “Dale que hace frío, hermanito”, le dijo a la persona que del otro lado le suministraba los estupefacientes. En cuestión de segundos, Rubino regresó a la calle con la droga en la mano y restableció el contacto con el piso.

Con esta prueba, desde el piso explicaron los pasos a seguir para la intervención de la fiscalía. Cristian Poletti, abogado penalista, llamó al 911 y pidió que un móvil policial se dirigiera a la zona. “Esto es lo que se llama un delito experimental, la doctrina entiende que el fin es mostrarlo”, explicó el abogado, aclarando que el periodista no había cometido un ilícito. “Para que no se constituya un delito, es que analicen lo que le dieron a Fabián y sea otra cosa”, agregó Gustavo Grabia. Cuando la Policía arribó al lugar, se realizaron las pericias correspondientes a la sustancia, cuyo resultado arrojó positivo, determinando que efectivamente se había cometido un delito. 

“Me van a llevar a la seccional para formular declaración y no sé cómo sigue”, señaló el cronista.

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